La Congregación de Religiosas de la Preciosa Sangre funda en Pichilemu en abril de 1948, la Escuela de Niñas Particular Nº 16 Doctor Díaz Lira, establecimiento particular subvencionado gratuito cuyo objetivo fundamental era educar y formar niñas en valores  católicos, además de entregarles la instrucción necesaria para insertarse dentro de la sociedad como madres y trabajadoras  cristianas con una sólida formación humano cristiana.

Con motivo del centenario de la Congregación y con el fin de lograr una mayor identificación con sus fundadoras el colegio cambia de nombre, conociéndose en adelante como Colegio Preciosa Sangre, lo cual es reconocido por el Ministerio de Educación través de la Resolución Exenta 002123 del 14 de Noviembre de 1986.

La labor educadora de las religiosas y su visión de futuro las lleva a ampliar sus niveles de enseñanza hacia la Educación Media a contar del año 1995.

El centro del quehacer educativo del Colegio Preciosa Sangre se basa en la entrega  de una sólida formación académica orientada hacia el desarrollo de valores como: fe, responsabilidad, respeto por la vida y el medio ambiente, compromiso que se ve plasmado en la destacada participación de nuestros alumnos y alumnas en actividades académicas, culturales y deportivas.

Actualmente el Colegio de la Preciosa Sangre tiene una matrícula de 540 alumnos y alumnas desde Pre kinder a cuarto año de enseñanza media.

A través de su proyecto educativo nuestro colegio pretende que el educando  durante su proceso educativo se desarrolle en forma armónica, con un sentido positivo de la vida  plasmado por la espiritualidad de la Preciosa Sangre.  Pretendemos que al finalizar su proceso educativo el estudiante:

  • Guíe  su accionar de vida  de acuerdo a los  valores cristianos  y los  principios  de la espiritualidad de la Preciosa Sangre.
  • Tenga  conciencia del valor de la vida,  cuidándola, respetándola y defendiéndola  en todo momento, ante  cualquier circunstancia.
  • Sea solidario, compartir en forma generosa con aquellos que necesiten apoyo espiritual  o carezcan  de bienes materiales.
  • Valore  el trabajo como proceso conducente a mejorar la calidad de vida y de realización personal.
  • Sea respetuoso y considerado  con los demás, valorando sus formas de vida y pensamiento.
  • Tenga conciencia ecológica y valores de respeto y amor a la naturaleza.
  • Sean personas portadoras de esperanzas   en la realización  de su proyecto de vida para servir  a los demás.
  • Siente las bases para un pensamiento reflexivo, divergente, que le permita enfrentar de manera positiva y creativa  los cambios a los cuales se verá enfrentado en su futuro como adulto, insertado en una sociedad globalizada y en constante cambio.